EUROPA
PRESS
5
septiembre 2022
¿Cómo recuperar la hidratación de
nuestra piel tras el verano?
Tras el verano, la piel suele estar más deshidratada y
suelen aparecer manchas o arrugas finas, por lo que la doctora María Ortiz,
responsable de la Unidad de Medicina Estética del Hospital Quirónsalud
Málaga, recomienda algunos tratamientos como la mesoterapia, 'peelings' químicos o luz pulsada intensa tras el verano.
En concreto, la mesoterapia facial con ácido hialurónico y
vitaminas "aporta una gran dosis de hidratación a esas células castigadas
por el sol". Por otro lado, los 'peelings'
químicos ayudarán a "pelar" la piel que se ha engrosado por el efecto
de la radiación ultravioleta, "consiguiendo así una piel más sana y
limpia", detalla la experta.
Asimismo, también recomienda la luz pulsada intensa para
tratar y eliminar los léntigos solares (o manchas
benignas de la piel) que hayan podido aparecer por la estimulación de la
melanina.
Con todo, según la experta, para prevenir todos los efectos
nocivos de la radiación solar en la piel, es "imprescindible" una
adecuada protección solar, no solo durante los meses de verano, sino durante
todo el año, convirtiéndose "en una rutina" para evitar los efectos
indeseados", según la doctora.
Con todo, en verano se pueden añadir algunos refuerzos, como
protección solar oral. "Pero hay que tomar medidas preventivas y
protectoras todo el año", insiste la doctora, como son el uso de los
fotoprotectores físicos (gorras, sombreros y gafas), y químicos (cremas solares
de factor 30, como mínimo, y de +50 en cara y cuello).
"Obviar estas medidas acelera la oxidación y
deshidratación de la piel y contribuye a que las marcas de expresión aparezcan
cuanto antes para quedarse", apunta Ortiz.
LA FOTOEXPOSICIÓN, UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES DEL
ENVEJECIMIENTO
Tal y como recuerda, la fotoexposición
es uno de los principales factores del envejecimiento cutáneo prematuro, ya que
la acción de los rayos UVA y UVB acelera el engrosamiento de la capa córnea (la
más externa) de la epidermis, favoreciendo la formación de manchas y arrugas
tempranas; queratosis actínicas (manchas ásperas en la capa superior de la piel
que se presentan después de años de exposición al sol); así como la aparición
de cáncer de piel en los casos más graves en los que no se usa una adecuada
protección.
La piel busca mecanismos de defensa ante los daños en las
fibras de colágeno por la luz ultravioleta, que causa una producción excesiva
de fibras de elastina anormales. "En respuesta, la piel intenta mejorar
esta situación, provocando la formación de fibras denominadas cicatrices
solares, que generan arrugas y depresiones cutáneas", concluye.